Algo nuevo se está cociendo

Puedo levantarme cada día pensando que es una increíble pesadilla esto que está pasando, que qué mal lo llevan algunos, que mal está todo, a ver cuando acaba este confinamiento, la desesperación es creciente como esa maldita curva que parece que no se aplana nunca, que no paran de morir personas cada una única, con su historia...

También puedo amanecer creyendo, esperando, que ya falta un día menos para el reencuentro, para esos abrazos a distancia primero y luego más entrañables, donde este distanciamiento social se convierta en cercanía nueva, con relaciones regeneradas, transformadas, quizá más humanas...

Necesitamos salir, sí, volver a nuestras rutinas y trabajos. El medio ambiente también, desde hacía tiempo estaba necesitado de un respiro, de que le dejáramos un poco mas tranquilo, libre de tanto residuo contaminante, aunque sigamos generando basura, claro, pero al menos de combustibles generados por el tráfico ya no hay tanto.

¿Dónde me sitúo? ¿En el lado de quienes están aprendiendo algo, quienes ven lo más positivo y constructivo que estamos viviendo, aunque quizá se nos estén escapando algunas lecciones, o en el de "a ver si pronto se acaba este ahogo, esta rabia, esta desesperación creciente por todo y por todos"?

Son humanas ambas posiciones y de ellas participo en alguna medida, pero ¿son igual de adaptadas a la circunstancia, son igual de humanizadoras, de constructoras o reconstructoras...?

Me hago la pregunta a mí mismo. En mí se da la secreta esperanza que algo nuevo, tal vez bueno, si se ver bien, se está cociendo, comenzando, ya.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si pedimos y llamamos...

Cuarentena de más de 40 días